martes, 12 de julio de 2011

Habla la Impotencia

Mírate. Piensas que has hecho revolución identificándote como un puntito rebelde más de las masas de Gasset, pero tan sólo eres una quimera –una creación imaginaria de ese espíritu- porque ya estás moldeado a su imagen y semejanza.
Enhorabuena. Te han dicho que vivimos en una democracia y te lo has creído, has cedido, has extendido tu brazo y has permitido que te sanen con su vacuna. No, no, no... no vivimos en una Democracia. La palabra Democracia proviene del griego: kratos (gobierno, poder) y demos (pueblo); Democracia es el poder que emana del pueblo, algo utópicos en estos tiempos que corren... no vivimos en una Democracia si entre otras cosas, el título diez de nuestra Constitución no reconoce la iniciativa popular para la reforma de la misma...
Enhorabuena a ellos también. Han aspirado, conspirado y trabajado para convertirte al automatismo haciéndote creer que eres autógeno; te han susurrado durante toda tu vida al oído que des rienda suelta a tu imaginación, pero a la vez te han prohibido fraguar y no te has dado ni cuenta; te han hecho esclavo y tus muñecas han sido los rehenes de una ley hipotecaria con un valor de tasación de más del setenta por ciento. Te han hecho experto en la sumisión, en la resignación, en el subcontrato, en el “gracias por ese trabajo precario, al menos me gano un dinerillo”; en la normalización de paraísos fiscales, en la aceptación de “si no pagas, te quito la casa, pero yo no cumplo la ley de pronto pago”, en las promesas sin cumplir, en el me comprometí al 0,7 pero no lo tengo, en “yo te bajo el sueldo pero a mí me lo subo”, en pagar las consecuencias de la especulación financiera, los efectos de una crisis que no has provocado... En definitiva, se han reído de ti en tu cara, convenciéndote de que el mundo feliz de Huxley es el próspero futuro.
Espero que maquines un cambio, que lo propongas, no sólo que lo anheles, porque esos que se abrazan con un traductor, hacen en muchos casos de su gentileza una traición. Dales la enhorabuena de mi parte. Sus Chentrails en mis cielos, su HAARP, su millón de euros diario destinado al arte de la guerra, su saber estar, su diplomacia, su cortesía, su “sí pero, no”, ese relativismo social que les caracteriza, el que sostiene que para que una pregunta tenga sentido, hay que enmarcarla dentro de las pautas de comportamiento de una sociedad; en palabras del escritor francés A. FRANCE: “La sociedad no castiga el asesinato porque éste sea malo, sino que es malo porque la sociedad lo castiga” ( para los esquimales se debe abandonar a los padres ancianos, para los europeos no).
¿Por qué me habéis hecho esto?

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